Cuando eres madre.

Jamás pensé que ser madre implicara tantas cosas, ya se lo que todos escuchamos todo el tiempo que madre solo hay una, que el amor de madre, que una madre sacrifica todo por sus hijos, esto me duele más a mi a ti, hasta que eres madre sabes lo que es el amor y bla, bla, bla.

De mi marte puedo decir que cualquier aseveración que hubiera escuchado antes se queda pendeja comparada con la realidad, y es que eso de ser madre lo romantizan cabrón, y todo lo que pueda decir al respecto se va a quedar corto, no porque sea imposible de explicarse, sino porque no soy una buena decidora que también tiene cosas reconfortantes es totalmente cierto, pero es una tarea titánica increíblemente retadora para tu físico, intelecto y para el psique.

Ahora no si esto es difícil para mi porque nunca lo planee o porque no tengo habilidades natas al respecto y nunca las desarrollé o porque en sí es difícil.

En mi caso a lo largo de mi vida me imaginaba mi futuro viviendo sola, una especie de Zaratustra en la ciudad, hablando solo lo necesario, evitando cualquier contacto humano, totalmente dedicada a la ciencia, y un día me encontraría la muerte mientras tomaba el sol en mi jardín rodeado de las plantitas que yo cultivé, que imagen tan pacífica, cuando la recuerdo se me dibuja una sonrisa en la cara.

Después de una vida con esos pensamientos, un día me pareció buena idea embarazarme, la verdad no entiendo porque llegue a esa determinación, y no es que me arrepienta, es por lo que implica, pero obviamente no estaba preparada y por mas que leí libros, nada me preparó para eso.

y es que partiendo de la simple premisa de que quiero vivir sola como iba a lidiar de inicio con dos personas, el papá, que para entonces la relación ya no estaba bien y el hijo al que tenia la responsabilidad de darle la bienvenida al mundo y dotarlo de herramientas para enfrentarse a la vida.

Todo es un absurdo al que trate con todas mis fuerzas de darle sentido, y lo explicaré en futuras entradas porque me tengo que ir a trabajar.