Me duele saberte lejos, estos dias en los que tu ausencia es más evidente, no se si duele o reconforta recordar tu alocada existencia.
Al principio no te trate bien, lo reconozco, creo que fue porque no sabía que hacer con un amor tan puro, con tanta luz encarnada, con alguien dispuesto a acompañar y cuidar de mi.
Estoy segura que me perdonaste porque en cuanto baje la guardia me regalaste tu presencia si filtros, sin pretextos, sin límites.
También es cierto que me hace sonreír tan solo recordar esa chispa en tus ojos, siempre dispuesta a acompañarme, a la complicidad y a la diversión.
Extraño esa magia de sentirte cerca, de saberte junto a mi, aún con tus exigencias, tu humor negro y tus travesuras, y cuando nos mirábamos a los ojos en las mañanas con esa tranquilidad tan cálida, y cuando te desvelabas conmigo en las ventanas,
A veces no se de dónde tomar fuerzas para honrar tu memoria, me demostraste como amar, como disfrutar la vida y aceptarla como se presenta, sin embargo por ahora solo puedo decir que me duele saberte lejos.
Hasta donde estés Lironcia.