Me enfrento a un inútil regreso, desgarro la libertad por unos momentos, la vuelvo inútil, me aferro a la soledad que a su vez se aferra a mi; sin enbargo, una partecita muy bien escondida me exige compañia, me hace pensar sobre mi existir, me hace muchas preguntas que no puedo contestar; a donde vas? de donde vienes? que sentido tiene despertar todas las mañanas?
Me quejo de mis pocas oportunidades para entablar una conversación, sin embargo cuando las tengo no puedo hablar, me da miedo enfrentar mi realidad, me da miedo perder, me da miedo darme cuenta de que no tengo razón, de que nunca la he tenido, que la escencia de mi vida es gris y me había empeñado en pintarla de otro color.
Son tantos mis males, es tanto mi dolor que siento que no puedo más; y cuando estoy a punto de renunciar, me regalas esa sonrisa, que es como una droga, como un antidoto y entonces me doy cuenta que las preguntas o los colores no tienen mucho sentido, y estoy aqui tratando de ser una mejor persona para ti.
Aún tengo el pulso dévil, pero estoy de regreso. aún no se como, pero seré una mejor persona para nosotros.
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