Me costo mucho acostumbrarme a la idea de vivir con Ib, no estaba acostumbrada a que nadie se metiera en mis espacios, me gusta tomar las decisiones a mi sola, siempre fuerte, no me molestaban todas esas lagrimas reprimidas, no me molestaba comer sola por alimentarme, sin tomarle sabor a la comida.
Vivir cada día apresuradamente, casi sin descansar, no había tiempo para sentimentalismos, no había tiempo para vivir.
Cuando tome la decisión fue meramente por un acto responsable, y aunque tenía mucho miedo sabía que era algo inevitable, no era malo de ninguna manera al contrario, simplemente algo muy difícil y que me daba un miedo terrible.
Ahora que vivimos juntos, todo el sentimentalismo que tenia guardado salió, lloro de cualquier cosa, pido los chiqueos que no tuve cuando era niña, y espero ese medio minuto de compañía que me corresponde, bueno en realidad es más, pero es tan bueno que siento que se me gasta muy pronto. Y ahora no me molesta compartir las responsabilidades a la hora de tomar decisiones, no me molesta compartir mis espacios y mis objetos personales(Bueno algunos si).
Dicen que el ser humano es un animal de costumbres, de hecho no me costo ningún trabajo acostumbrarme a mi nueva vida, por eso me cuesta más trabajo entender porque tengo tanto miedo de tener un hijo, de todas esas responsabilidades, ceder otra parte más de mi, de invitar a otro integrante a esta pequeña familia, de hacer una familia sin saber si quiera que es eso.
Primero era yo sola, después llegó Ib, y ahora somos una familia de dos, aunque los conceptos de familia no los tengo bien definidos, no se si lo que podemos ofrecer Ib y yo es algo bueno para un nuevo integrante.
Me queda claro que no tengo por costumbre ser madre, lo que no me queda claro es si me podré acostumbrar a eso.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment