Tengo ganas de un buen partido de Wáter Polo, de esos que jugaba cuando era joven, donde podía dejar todo mi coraje con la intención de ganar el campeonato, donde me enfrentaba en una brutal lucha cuerpo a cuerpo con el enemigo, y en una jugada podías convertirte en héroe o en fracaso.
Que tiempos aquellos donde sentía la vida en todo mi cuerpo, mi piernas me sostenía con facilidad, mi cuerpo era ágil y fuerte, podía sentir el agua deslizándose en mi piel, podía sentir el poder al ganar una simple jugada, podía sentir el verdadero trabajo en equipo, y comunicarme con mis compañeras con el pensamiento, vencer al portero con la mirada cuando te enfrentas a él, hacer que sienta que tu eres mas fuerte y que se deje vencer, solo por tu decisión, y después disparar con todas tus fuerzas y con toda tu ira para desahogarte, perforar la malla y escuchar como retumba contra la pared el balón. Poder festejar un gol que parecía perdido.
Sentirte parte de un equipo triunfador. Sentir la medalla de tu triunfo y festejar con tus compañeras que para ese momento ya son como tu familia.
Extraño jugar, extraño el agua, me extraño a mi.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment